Miro, buscando tierra.

Miro, buscando  tierra.

Miro, buscando  tierra, un mar lejano que me reconozca.

Acogiéndome en sus brazos.

Sueño.

Que me acoge.

Lloro al náufrago que no entiendo.

Y me agoto.

Que no entiendes mi lengua.

Y me agoto.

Cansancio vecino que nos une.

Sobrevivo en mi sueño.

Que es mío.

En la ventana, un muro.

Quisiera ver despertares.

Cortina de grises que todo disuelve.

Y en mi vientre, cruzaré fronteras de olvido.

Esperanza de caminos sin trabas.

De pasos ligeros.

De papeles sin tijeras.

Amortiguándome voy, que no me escondo.

Partager
This entry was posted in Blog, Habitación con vistas (Paloma Fernández Sobrino) and tagged . Bookmark the permalink.